Cómo agradar a Dios y hacer su voluntad
La santidad y lealtad a la que debemos aspirar todos y cada uno de los que proseguimos a Cristo no se restringe a la fácil observancia de la letra de la ley, como hacían los redactes y fariseos. En el evangelio de el día de hoy, Jesús establece un principio y tres apps específicas sobre esto.
El principio es: accionar para agradar a Dios sin buscar el aplauso de los hombres. Y la app de este principio tiene relación a tres de las proyectos mucho más esenciales, en las que los judíos de entonces hacían la fe y la vida dolorosa. Charlamos de limosna, ayuno y oración. En todas y cada una de las ocasiones en que se viven estas tres proyectos, Jesucristo enfrenta el accionar de la hipocresía a la actitud prudente de la auténtica intención del Padre, que le recompensará pues ve en lo misterio. Estos tres ejemplos detallan 2 reacciones internas que nos son absolutamente opuestas: la patraña o la certeza a los ojos de Dios.
¿De qué forma puedo agradar a Dios con mi modo de vida?
Uno puede querer a un óptimo amigo en la vida. Nuestro Señor Jesucristo declaró y expresó: si lo amamos, debemos almacenar sus mandamientos, si lo hacemos, vamos a ser realmente sus amigos. No es suficiente con ser acólito, sino asimismo debemos ser amigos. Con toda seguridad y garantía, amado lector, que Jesucristo es el más destacable amigo que un hombre o una mujer tiene la posibilidad de tener en la vida. En otras expresiones, merece la pena vivir la vida que él espera de nosotros.
Te solicitamos que leas: Salmo 91:1- El que continúa bajo el amparo de Dios continuará bajo su amparo
¿De qué forma agradar a Dios?
Cada día, la raza humana es tentada a llevar a cabo cosas que no complacen a Dios. De ahí que, varios caen en pecado más allá de que el Espíritu Beato les dió la aptitud de discernir el bien y el mal. En otras expresiones, la resolución y compromiso de diferenciarse con tu actitud, acciones y maneras de meditar está en tus propias manos. Esto se hace para enseñar la identidad de un hijo puro en un planeta corrompido por el mal.
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– Estudiad la palabra y proseguid el ejemplo de Cristo
Jesucristo es la representación de Dios en la tierra, y debemos continuar sus caminos como afirma el próximo pasaje: «Él es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; escúchenlo” (Mateo 17:5). Dios le mostró a Santiago, Pedro y Juan la visión del Reino de Dios más adelante que lleva por nombre el cambio, donde se revela la supremacía de Jesucristo. Conque debemos proseguirlo para agradar a Dios.
En la Biblia podemos consultar un ejemplo evidente de lo que se obedece y las secuelas si no lo hacemos: «¿Se agradó el Señor en los holocaustos y víctimas, y en obedecer las expresiones del Señor? Sí, es preferible obedecer que sacrificar, y percibir la grasa de los carneros». (1 Samuel 15:22).
Lo que Dios desea
Para comprender verdaderamente lo que Dios desea, debemos remontarnos a la creación. En un producto previo, hemos visto que Dios creó a la gente para comunicar su historia divina con ellos a fin de que sea su historia y ellos sean su expresión de ella. De ahí que nos creó como vasos para ser llenos de Él y no como instrumentos o herramientas para ser utilizados por Él. Aun en el momento en que el hombre cayó en pecado, este deseo en el corazón de Dios continuó igual. .
No obstante, es realmente difícil que la multitud caída tenga la vida divina de Dios por el hecho de que Dios jamás llenaría una vasija contaminada por el pecado. No obstante, en vez de darse por vencido, Dios vino un hombre llamado Jesucristo. Jesús vivió una vida humana impecable en esta tierra y fue crucificado en la cruz para eliminar nuestros errores. Al sacrificarnos así, nuestros errores tienen la posibilidad de ser lavados. En el momento en que suponemos en Jesucristo y lo nos llega como nuestro Salvador, nos llega el perdón de los errores. No obstante, todavía hay mucho más.
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