Como Dios cambia la vida de las personas

«Te amé con un amor eterno». Jeremías 31:3 (NVI)

Nada de lo que hayas hecho o hagas va a impedir que Dios te ame. Dios afirma en Jeremías 31:3, «Te amo con un amor eterno» (NVI).

Índice
  1. Provisión por fe
  2. Inconveniente de la autoridad y la expectativa
    1. De qué forma cooperamos para editar

Provisión por fe

«¿Y por qué razón te preocupa el vestido?» Considerad los lis del campo, de qué manera medran: ni se afanan ni hilan; pero les digo que ni Salomón con su gloria se vistió como uno. Y si la yerba del campo el día de hoy y mañana se pone en el horno, y Dios de esta manera la prepara, ¿no va a hacer mucho más por nosotros, gente de poca fe? (Mt. 6:28-30)

Dios es un padre amoroso que desea proveer para sus hijos. Lo único que se interpone en el sendero es la carencia de seguridad y el temor. Él desea bendecirte y ofrecerte provisiones, pero debes opinar que Él lo va a hacer y precisamente no te va a faltar. ¿Puedes probarlo?

Inconveniente de la autoridad y la expectativa

¿Cuál es el inconveniente de la autoridad? Habitamos una sociedad dominada por las críticas. Cada uno de ellos es libre de meditar lo que desee, de ver la vida que desee. No obstante, absolutamente nadie debe mencionarle a otra persona que está equivocada y que precisa mudar. Pero la Biblia destaca la soberanía de Dios sobre todas y cada una de las cosas. Dios nos creó y nos dio un propósito al crearnos: reflejar Su gloria y Su carácter en lo que somos y lo que hacemos. El inconveniente es que la raza humana cambió ese propósito para reflejar a Dios y deseábamos ser Dios; redefinir el bien y el mal, y estar al cargo de nosotros. El resultado: relaciones rotas con Dios, la naturaleza y el resto, y son exactamente estas relaciones rotas las que nos hacen percatarnos de que requerimos mudar. Entonces hay una autoridad que nos comunica que debemos mudar. En este momento, ¿qué precisa mudar y qué poseemos? Esto nos transporta al inconveniente de las esperanzas.

¿Qué hay de malo en las esperanzas? Una cosa es que Dios (el soberano) desee mudar y lo que desea que cambiemos, y otra cosa es lo que pensamos que debemos mudar y lo que deseamos ser. En el momento en que charlamos de cambio, frecuentemente hablamos a las situaciones, a otra gente y, en el más destacable de las situaciones, a la evolución de de qué forma estamos. Pero en el momento en que Dios charla de cambio, charla del corazón. «Les voy a dar un corazón nuevo».

De qué forma cooperamos para editar

No tenemos la posibilidad de editar sencillamente tomando una resolución. Pero como nos comunica Romanos 12:2, tenemos la posibilidad de mudar. En otras expresiones, tenemos la posibilidad de colaborar con el Señor para dejar que este desarrollo de transformación ocurra en nosotros.

Para colaborar con este desarrollo metabólico de transformación, debemos tomar a Cristo como nuestra comida y bebida. Aquí existen algunas maneras de llevarlo a cabo:

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Juan de Jesus

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