Cómo oír la voz Dios

DESLIZAMIENTO DIFÍCIL: 1 SAMUEL 3:1-diez

Y vino el Señor y se detuvo, y chilló como en otras ocasiones: ¡Oh Samuel, oh Samuel! Entonces ha dicho Samuel: Charla, que tu siervo escucha. ( 1 SAM. 3:diez )

Índice
  1. ¿Qué ejercicios espirituales hay que entrenar para oír la voz de Dios?
  2. ¿De qué manera oír la voz de Dios por medio de tus pensamientos?
    1. Oír otras voces a lo que nos rodea

¿Qué ejercicios espirituales hay que entrenar para oír la voz de Dios?

  • Ayuno y oración. El ayuno crea una enorme contención en nuestro espíritu y nos sensibiliza para oír la voz de Dios.
  • Orad siempre y en todo momento en el espíritu. En el momento en que oramos en lenguas, nuestro espíritu se anima y se lleva a cabo. Intente rezar a lo largo de una hora en lenguas o en espíritu todos y cada uno de los días, y tras un tiempo algo le va a suceder a su espíritu; va a ser sensible a la voz de Dios.
  • En el momento en que profundizas, aprendiendo la palabra de Dios, el escrutinio de la palabra crea una sensibilidad a la voz de Dios. Mientras que estudias, el señor empieza a enseñarte sus secretos y bienes ocultos. Tome un versículo de la Biblia todos y cada uno de los días y piénselo, dígalo, susúrralo y empezará a conocer secuelas poco comúnes.

Mucho más información sobre esto aquí: Dones espirituales: qué son y de qué forma activarlos en tu vida.

¿De qué manera oír la voz de Dios por medio de tus pensamientos?

Dios nos charla mediante su Espíritu Santurrón que vive en nosotros. Es increíble y entre los milagros mucho más excelentes de la historia. Quiere decir que la voz de Dios se puede oír desde en ti.

Juan 14:26 es un caso de muestra práctico de de qué manera marcha esto: Yo les dije.»

Oír otras voces a lo que nos rodea

En el libro Dare to Live on Edge Juventud con una Misión (JUCUM), el principal creador Loren Cunningham resalta que las impresiones surgen de una de 4 fuentes: nuestra cabeza (1) tu cabeza; (2) las psiques del resto (p. ej., el planeta); (3) la cabeza de Satanás (por servirnos de un ejemplo, los diablos); y (4) la cabeza de Dios.

Dios nos dio autoridad en Cristo para silenciar otras fuentes y abrir el sendero para percibir la voz de Dios y tener certeza de que es Dios quien charla.

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Juan de Jesus

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