La sociedad de la cual formamos parte está en arduos problemas. En los últimos 40 años hubo un enorme ocaso en la educación y la moralidad, y un incremento del mismo modo importante en el delito, el homicidio, el aborto, las drogas, el divorcio y otros males sociales.

Los especialistas luchan por entender las causas de este ocaso. ¿Es la economía? ¿Es la carencia de conjuntos de interés particular? ¿Tienen la culpa las considerables compañías? ¿O son los republicanos? ¿Los demócratas tienen la culpa? Lo cierto es que prácticamente todo cuanto está mal en la sociedad de la cual formamos parte procede del hecho de que perdimos a Dios como nación.

¿Jehová o el Señor?

Los traductores cristianos de la Biblia sin percatarse prosiguieron a los redactes judíos y oscurecieron el Nombre del Constructor. ¡En este momento vamos a estudiar la realidad sobre el Nombre personal revelado del Padre Celestial! Si le pregunta a la mayor parte de los fieles de la Biblia cuál es el nombre del Padre Celestial, probablemente le responderán Jehová. Si se solicita prueba de esto, señalarán la utilización clásico o lo referirán al Viejo Testamento de la versión en castellano de la Biblia. Increíblemente, el nombre de nuestro Padre Celestial no es Jehová y jamás lo fue.

¡De este modo es! Primero hay que retroceder en el tiempo…

En el pensamiento judío, el nombre tenía una relevancia primordial en la vida de la gente, ya que mostraba la esencia, naturaleza y misión de quien lo portaba, de este modo tenemos la posibilidad de leer en el Viejo Testamento cuantas ocasiones el escritor tiene relación a un nombre, la mayoria de las veces añade después que significa “determinada cosa”…, es mucho más, Cristo mismo cambia los nombres de múltiples personas en todo el Nuevo Testamento confiarles una misión. Esta relevancia del nombre de personas y sitios siempre y en todo momento estuvo en el pensamiento judío, no obstante, con relación a Dios, la cuestión de su nombre tenía un concepto totalmente diferente, ya que los judíos, tras cierto tiempo, dejaron de pronunciarlo con superstición y fuera fuera respeto

¿De dónde vienen los 2 nombres del Señor y Jehová?

Los dos nombres brotaron de un intento de vocalizar el tetragrámaton, cabe nombrar que en el hebreo viejo no se agregaban vocales y que las expresiones se escribían con solo una consonante, con lo que la persona que leía la Escritura debía guardarlas tradición o memoria.

Según los investigadores, la manera del nombre de Dios mucho más próxima al original podría ser Señor. Y la palabra Jehová es el resultado de la unificación inadecuada de las consonantes del nombre de Dios con las vocales hebreas del término Adonay (Señor), intentando de pronunciarlo de esta manera.

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