Cuáles son los regalos que nos da el Espíritu Santo

A todos nos chifla recibir regalos, y nuestro Padre Celestial siempre y en todo momento desea colmarnos de sus bendiciones. Entendemos que los regalos no son iguales a los premios pues los nos llega por idea de la persona que los desea ofrecer, no algo que nos merezcamos, si bien no negarás que los regalos se dan a personas queridas y particulares. Entonces, tenemos la posibilidad de tocar el corazón de alguien a fin de que nos realice un obsequio. ¡Nuestra proximidad a Dios, el cariño que le exponemos y la actitud adecuada lo animan a ofrecernos los dones que tiene para nosotros! Él desea llenarnos con sus dones a fin de que tengamos la posibilidad compartirlos con el resto. Y tenemos la posibilidad de recibirlos pues Jesús nos logró hijos y coherederos, permitiéndonos recibirlos. Además de esto, es esencial comprender que es el Espíritu Santurrón quien nos ofrece estos dones que nos asistirán a poder el propósito de Dios en nuestras vidas.

Los dones de Dios son bastantes. Ciertamente, la vida es una, y asimismo lo son todas y cada una de las capacidades y talentos que contamos para salir adelante. En consecuencia, capacidades, dones y dones son lo mismo tratándose de lo que el Señor nos ofrece. Las capacidades que Dios nos ofrece para ser útil y bendecir a otros como integrantes de una congregación, como integrantes del cuerpo de Cristo, son en especial dignas de comprender y entender. Ciertos de estos dones son la aptitud de charlar de forma sabia, que se emplea para tomar resoluciones; otro es el don del conocimiento para entender lo que no se observa y entenderlo con los ojos espirituales para ser útil; asimismo está el don de la fe, pues si es verdad que todos contamos parte de fe, tenemos la posibilidad de acrecentarla. En mi caso, le solicité al Señor este obsequio y me lo dio, pero en el momento en que me lo dio, me solicitó que lo usara, ¿de qué forma? Bueno, dadas las ocasiones bien difíciles. Es desde ahí que empecé a medrar en la Cruz de las Noches de Gloria, al vencer el temor a la religión para llegar a considerablemente más personas. De ordenar cruzadas en sitios con aptitud para 20.000 personas, Dios me movió a opinar en ordenar una en preciso rincón con aptitud para 45.000 personas. ¡Fue excelente ver su acompañamiento a lo largo de todo el desarrollo! Dios me dio la fe que precisaba para poder ver enormes milagros y llevar a cabo cosas que antes creía que eran inviábles. ¡Prepárate por el hecho de que el Señor desea ofrecerte estos dones que te asistirán a medrar y ser útil en su reino!

Sabiduría

Merced a la sabiduría, llegamos a apreciar apropiadamente las cosas en las que suponemos por la fe. Las verdades de la fe cristiana son mucho más esenciales que las cosas de este planeta, y la sabiduría nos asiste a organizar adecuadamente nuestra relación con el planeta desarrollado.

Mientras que la sabiduría desea pensar sobre las cosas de Dios, el intelecto deja entender, cuando menos de manera limitada, el auténtico fundamento de las verdades de la fe católica.

La Palabra de Ciencia:

La Palabra de Ciencia es la revelación de hechos pasados ​​o presentes, fuera de nuestro conocimiento natural. Este obsequio representa acontecimientos del pasado al presente; Un ejemplo evidente de esto lo podemos encontrar en (Juan 4:16-18), en el momento en que el Señor le ha dicho a la mujer samaritana que ella tenía cinco maridos y no era ella con quien vivía.

“Respondió la mujer y ha dicho: No tengo marido. Jesús le ha dicho: Bien afirmaste: No tengo marido; pues cinco maridos tuviste, y el hombre que en este momento tienes no es marido; Lo afirmaste sinceramente. La mujer le ha dicho: Señor, me da la sensación de que eres profeta. (Juan 4:17-19)

Sus dones son únicos.

• Leer en Corintios 12.4.

La palabra griega para don, carisma, significa don de felicidad o dotación; favor inmerecido; capacidad divina particular. Nada de cuanto podamos llevar a cabo nos va a hacer aproximadamente seleccionables para los «dones de la felicidad». Tenemos la posibilidad de admitir nuestros dones únicos mediante lo que nos sale naturalmente. En cualquier conjunto de individuos podemos consultar los distintos dones en acción.

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