Como debe ser un líder de iglesia
No es tan simple ser un líder católico como semeja, pero si Dios nos llama, él es quien nos irá a ofrecer las herramientas primordiales para cumplir nuestro papel, como líderes de sus expresiones y que tengamos la posibilidad estar listos para ejercitarnos. . ministerio. Que precioso es ser útil a Dios ahora los hombres, si bien nos traiga malas ocasiones, nos llena de satisfacción poder ofrecer la realidad donde ellos no la conocen.
En la factoría donde Dios nos creó, todos fuimos conformados con exactamente el mismo corazón.
Dios es el centro de todo cuanto hacemos. Todo cuanto hacemos es por Él y para Él. Es fantástico meditar que, si bien somos tan imperfectos, Dios escoge usarnos. Nuestro propósito es entablar el Reino de Dios aquí en la tierra. No nos encontramos aquí para trabajar y amontonar cosas materiales. No fuimos conformados para competir por la gente mucho más hermosas, o quién tiene mejores cosas o mucho más «me agrada» en las comunidades. Nuestro propósito es que fuimos mandados a predicar el evangelio a toda criatura (Marcos 16:14-18). De ahí que deseo que leas las próximas peculiaridades con un corazón que desea que el cielo se llene de muchas personas.
Hijo mío, si tu corazón es sabio, ¡mi corazón brincará de alegría!
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Un líder debe perdonar:
Un líder católico no puede aprobar la iniciativa de que hay rencor en su corazón, al revés, debe negar este sentimiento y con la sabiduría que Dios le dio, perdonar a los que les ofenden, tal como el Padre celestial disculpa a sus hijos. El líder debe comprender que Cristo fue un líder de reforma y no de condenación. En Mateo 5:23-24 afirma que si mostramos una ofrenda en el altar, es requisito que primero nos reconciliemos con la gente con las que poseemos un inconveniente, pero así nuestra ofrenda va a ser satisfactorio a Dios.
Los líderes son personas que se dedican a coordinar las tareas de la red social y cuidar a cada integrante a fin de que se consigan los propósitos de Dios. En esta misión, los líderes siempre y en todo momento deberán corregir a uno u otro hermano sobre algún aspecto del cuerpo de Cristo que no esté andando apropiadamente. No obstante, los líderes han de estar prestos a admitir rectificaciónes. Un óptimo líder católico está siempre y en todo momento atento a la voz de Dios para saber sus descalabros y trabajar en ellos. Además de esto, un líder debe tener personas en su historia en las que logre confiar para buscar consejo sobre múltiples temas de su liderazgo. También, el líder ha de estar presto a percibir a sus ovejas, puesto que frecuentemente las rectificaciónes tienen la posibilidad de proceder de ellas. En esta etapa, el líder juega un papel fundamental.
Jesús, el Mensajero
Dado que Jesús sea quien nos ofrece fuerza y nos manda, da una enorme seguridad al líder católico de que no está solo. Los plantadores de iglesias encargados de empezar una exclusiva iglesia tienen el acompañamiento de Dios. Asimismo da enorme comprensión a los líderes, a sabiendas de que un día deberán rendir cuentas a su Señor y contestar con lo que hicieron o dejado de llevar a cabo.
El liderazgo católico necesita tiempo personal con Dios, dándole la posibilidad de llevar a cabo su trabajo. Nuestro tiempo de estudio de las Escrituras y de oración debe integrar momento de libertad en el horario (no enfocado en estar listos para el próximo sermón o solucionar el próximo inconveniente). Requerimos tiempo con Dios; sencillamente desarrollado para estar con él y dejar que nos enseñe y nos forme. Tenemos la posibilidad de llenar nuestro tiempo de oración personal con cinco minutos de silencio y soportar nuestro impulso incesante de charlar, para ofrecerle a Dios la posibilidad de hablarnos.
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