Qué quiere Dios de un líder

Dios desea que FORMEMOS NUEVOS LÍDERES

Índice
  1. En la factoría donde Dios nos creó, todos fuimos conformados con un mismo corazón.
  2. III. ¿Qué espera Dios de un líder?
    1. EJERCICIOS Silencio

En la factoría donde Dios nos creó, todos fuimos conformados con un mismo corazón.

Dios es el centro de todo cuanto hacemos. Todo cuanto hacemos es por Él y para Él. Es fantástico meditar que, si bien somos tan imperfectos, Dios escoge usarnos. Nuestro propósito es entablar el Reino de Dios aquí en la tierra. No nos encontramos aquí para trabajar y amontonar cosas materiales. No fuimos conformados para competir por la gente mucho más hermosas, o quién tiene mejores cosas o mucho más «me agrada» en las comunidades. Nuestro propósito es que fuimos mandados a predicar el evangelio a toda criatura (Marcos 16:14-18). De ahí que deseo que leas las próximas peculiaridades con un corazón que desea que el cielo se llene de muchas personas.

Hijo mío, si tu corazón es sabio, ¡mi corazón brincará de alegría!

III. ¿Qué espera Dios de un líder?

1. Que se decida con solidez a arrancar tareas bien difíciles y las realice. «Yo voy a ir contigo…» (v. 9)»

En este momento observemos la situación de Nehemías, a la luz del informe que le fue dado sobre lo que pasaba con los que se han quedado en Jerusalén. (Nehemías 1:3)

EJERCICIOS Silencio

Tranquilidad tu cabeza y tu corazón todos los días frente Dios por el hecho de que piensas que él es por ti y por los tuyos. Creo en la existencia de su presencia.

Es posible que no tenga instantes de «ah, ja» todos y cada uno de los días, pero lo mucho más posible es que escuche su voz considerablemente más fuerte en el momento en que aguardamos que hable.

La protección del apóstol dependía de las próximas especificaciones:

  1. Dios le había confiado su mensaje, y por consiguiente su completa verdad, confiabilidad y autoridad. Puesto que en él no había nada de invención humana.
  2. Sus propósitos estaban llenos de santidad, y fueron aprobados y probados por Dios.
  3. Sus métodos estaban marcados por la sinceridad. No usó métodos taimados, ni muchísimo menos falsos, para pegar a sus oyentes.

Pablo no era el género de predicador que crea una atmósfera artificial o falsa para manejar a sus oyentes. No usó expresiones, patrañas o engaños. Fue claro en el momento en que predicó el evangelio.

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Juan de Jesus

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