Cómo saber si Dios me está hablando

La voz de Dios me da orientación y entendimiento, pues Dios no es un Dios de confusión, sino más bien de paz y orden. Es como las señales en el pavimento, esas pandillas que ves en la carretera en el momento en que conduces a la noche. Estas luces son las que te indican el sendero acertado a proseguir y no te desvías ni te desvías de tu sendero, hasta llegar a tu destino.

Es la voz de Dios, a lo largo del camino en nuestro sendero «Misión» Dios nos deja y exhibe su luz a fin de que no perdamos, y a fin de que prosigamos por el sendero preciso, hasta conseguir el propósito de Dios en nuestra vida.

Dios charla en las Escrituras

La Biblia es el libro sagrado más especial, donde se relata la relación de Dios con el hombre durante la historia. Asimismo cuenta la vida de Jesucristo y la crónica de sus primordiales enseñanzas, para hablarnos todos y cada uno de los días. ¿Tienes un inconveniente? Solicitud la Biblia, léela con el corazón, solicita a Jesús que te abra la cabeza y el corazón a fin de que sepa recibir su palabra en el momento en que la desee expresar.

¿Conoces la historia del hombre que padeció una inundación en su localidad y oró fervorosamente a fin de que Dios lo salvara? El agua subió a una agilidad preocupante y este hombre subió al techo de su casa, donde prosiguió orando a Dios. Entonces llegó un hombre con una barca y se ofreció a asistirlo, pero el hombre -que de todos modos aguardaba ver a Jesús con su túnica y prácticamente caminando sobre el agua- mencionó que no y prosiguió “aguardando a Dios” desde su techo. En el momento en que llegó al cielo, tras ahogarse, Dios le preguntó por qué razón ignoraba su asistencia. El hombre por último comprendió que Jesús con frecuencia utiliza a la gente y las situaciones como herramientas para su obra y gloria.

De qué manera estar seguro de percibir a Dios en el momento en que charla

En mi testimonio «Nutriendo mis ovejas», menté que escucho, escucho y prosigo. Cada uno de ellos es un factor esencial para continuar oyendo a Dios.

Sea receptivo: Dios desea que sus hijos sean receptivos y receptivos. En el momento en que oímos a Dios, contamos la compromiso de obedecer y no ponerlo entre muchas otras alternativas. Charlar con el Señor es un privilegio increíble, pero asimismo es un enorme deber. Te afirmará si andas en el sendero preciso.

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