Cuál es la vida que agrada a Dios según la Biblia

La santidad y lealtad a la que debemos aspirar todos y cada uno de los que proseguimos a Cristo no se restringe a la fácil observancia de la letra de la ley, como hacían los redactes y fariseos. En el evangelio de el día de hoy, Jesús establece un principio y tres apps específicas sobre esto.

El principio es: accionar para agradar a Dios sin buscar el aplauso de los hombres. Y la app de este principio tiene relación a tres de las proyectos mucho más esenciales, en las que los judíos de entonces hacían la fe y la vida dolorosa. Charlamos de limosna, ayuno y oración. En todas y cada una de las ocasiones en que se viven estas tres proyectos, Jesucristo enfrenta el accionar de la hipocresía a la actitud reservada de la auténtica intención del Padre, que le recompensará por el hecho de que ve en lo misterio. Estos tres ejemplos detallan 2 reacciones internas que nos son totalmente opuestas: la patraña o la certeza a los ojos de Dios.

¿Qué es lo que significa vivir una vida que gusta a Dios?

En el momento en que charlamos de modo de vida, hablamos a que no es algo pasajero (ser leales por un tiempo), sino vivamos siempre y en todo momento dirigidos en realizar todo como Dios desea que lo hagamos. Varios implicarán ir al templo todos y cada uno de los días, dejarse ver por la persona o asimismo proceder a ofrecer diezmos y ofrendas a fin de que seamos como los fariseos.

Llevar un modo de vida que complazca a Dios, o sea el centro en la realidad, la justicia, y en el ofrecer amor, comprender perdonar, asistir al necesitado pero con un corazón sincero de no aguardar nada a cambio. Aun realizando buenas proyectos por las que no vamos a recibir reconocimiento. Si verdaderamente deseamos comprender de qué manera agradar a Dios, debemos aproximarnos a Su presencia de todo corazón. Reconócelo como el Dios que merece alabanza y gloria.

– Estudiad la palabra y proseguid el ejemplo de Cristo

Jesucristo es la representación de Dios en la tierra, y debemos proseguir sus caminos, como afirma el próximo pasaje: “Él es mi amado Hijo, en quien tengo complacencia; escúchenlo” (Mateo 17:5). Dios le mostró a Santiago, Pedro y Juan la visión del Reino de Dios más adelante que tiene por nombre el cambio, donde se revela la supremacía de Jesucristo. Conque debemos proseguirlo para agradar a Dios.

En la Biblia podemos consultar un ejemplo evidente de lo que se obedece y las secuelas si no lo hacemos: «¿Se agradó Jehová en los holocaustos y víctimas, y en obedecer las expresiones de Jehová? Sí, es preferible obedecer que sacrificar, y percibir la grasa de los carneros». (1 Samuel 15:22).

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