Qué dice Efesios 4 4

Ahora vimos la prehistoria de la iglesia en el plan de Dios. Es el cuerpo de Jesucristo, término que Pablo lleva a cabo mucho más en 1 Corintios 12. En la unidad de este cuerpo hay mucha variedad. Todos somos distintas. Disponemos distintas dones, distintas carreras y distintas personalidades. Está bien; unidad no es exactamente lo mismo que uniformidad. Pero en la variedad, debemos realizar todo lo que es posible para sostener la unidad que contamos. En consecuencia, es esencial comprender precisamente lo que poseemos en común.

Nuestra unidad

Efesios 4

1 Por consiguiente, yo, preso en el Señor, les suplico que andéis por un sendero digno de la vocación a que sois llamados; 2 Con toda humildad y sumisión, con paciencia, soportándoos los unos a los otros en amor; 3 Deseó preservar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. 4 un cuerpo y un Espíritu; pues asimismo nosotros sois llamados a exactamente la misma promesa en vuestra carrera: 5 Un solo Señor, solo una fe, un solo bautismo, 6 Un solo Dios y Padre de todos, el que es sobre todos, y por todos, y en todos nosotros. 7 Pero la felicidad nos es dada a todos nosotros de acuerdo a medida del don de Cristo. 8 De ahí que ha dicho: Subiendo a lo prominente, les dio cautivos, y dio dones a la multitud. 9 (Y que ascendió, ¿qué es, sino asimismo fue primero a las partes mucho más bajas de la tierra? diez Exactamente el mismo que descendió, asimismo subió sobre todos y cada uno de los cielos para poner todas y cada una de las cosas en cumplimiento.) 11 Y él mismo dio ciertos, precisamente los apóstoles; y otros, profetas; y otros, evangelistas; y otros, pastores y doctores; 12 para la perfección de los beatos, por la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo; 13 Que lleguemos todos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un hombre verdadero, para medir toda la edad de Cristo: 14 Que no somos hijos de Dios, y que somos llevados a todas y cada una partes por viento de doctrina, por artimañas de hombres que, para mentir, emplean prudentemente los artificios del fallo: 15 Antes que prosigamos la realidad en amor, a fin de que crezcamos en todo en aquel que es el líder, conociendo a Cristo ; 16 Tal como está todo el cuerpo compuesto y bien unido entre sí, sustentando cada coyuntura, que recibe según su desempeño, cada integrante toma según su medida el incremento del cuerpo edificándose en el cariño. 17 O sea lo que digo, y solicito en el Señor, que no andéis como los otros gentiles, que andaban en la ascesis de su buen juicio. 18 Y están entenebrecidos en sus psiques, extraños de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón, 19 los que, habiendo perdido el sentido de la conciencia, se entregan a la inmodestia en todas y cada una de las cosas. realizar con avidez. género de cosas, impurezas. 20 Pero no fue tal como aprendisteis a Cristo: 21 Si lo oísteis, y fuisteis enseñados por él, como la realidad está en Jesús, 22 Abandonaos a nosotros mismos, como la vida pasada; el adulto mayor que se corrompió según los deseos del fallo; 23 y para renovarnos de conformidad con tu espíritu, 24 y revestirnos del nuevo hombre desarrollado según Dios en la justicia y en la santidad de la realidad. 25 Por consiguiente, dejando la falsedad, decid la realidad a todos sus prójimos; pues somos integrantes los unos de los otros. 26 Airaos, y no pequéis; no coloques el sol sobre tu furia; 27 No te rindas frente al demonio. 28 El que roba, no hurte mucho más; Trabajad, trabajad con vuestras manos lo que es bueno, a fin de que tengáis qué ofrecer a los necesitados. 29 No salga de vuestra boca ninguna palabra necia, sino más bien la buena para instruir, a fin de que sea de felicidad para los que la oyen. 30 Y no desesperéis del Espíritu Beato de Dios, con el que fuisteis sellados para el día de la redención. 31 Quitaos de nosotros toda amargura, enojo, furia, voz, calumnia y toda maldad; 32 antes bien sed benevolentes unos con otros, misericordiosos, haciéndoos bien unos a otros, como Dios en Cristo es bueno con nosotros. .

Efesios 4

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